Pequeñas y medianas empresas: ¿Quién apoya al líder?

¿Cuál es la decisión correcta? ¿Cómo lo resuelvo? ¿Cómo le comunico a mi equipo? ¡No hay clientes nuevos! Mi producto o servicio ya no es atractivo, necesito resonar en los clientes. Mi gente está renunciando. Necesito reducir costos y ser más eficiente ¿Acaso debo hacer un recorte de personal, de qué área?.

pexels-lara-jameson-9623643Muchas veces, como líderes de nuestra organización, no tenemos a quién recurrir en tiempos de cambio o incertidumbre. Se espera todo de nosotros «es el jefe, el patrón, el director… y él sabe el rumbo». Eso no siempre es verdad, no debe serlo y está bien.

La toma diaria de decisiones es un asunto complejo que impacta en la organización, nuestros clientes y proveedores y desde luego en nuestros colaboradores. Contar con el apoyo para tomar las mejores decisiones es la clave del éxito de los negocios.

Contar con asesoría para la toma de decisiones, así como definir una estrategia para el negocio no es una tarea trivial ni simple. Influyen factores internos y externos.

Dentro de los externos, podemos considerar el mercado, la industria, el entorno económico local, regional y global y cómo puede impactarnos; también hay que considerar la competencia, el talento o materias primas.

En los factores internos, es vital considerar los objetivos de los miembros del equipo, tanto directivo como operativo, no sólo del líder, los accionistas o el consejo.

La alineación de objetivos para creación de una visión común, que ponga al negocio en la dirección correcta es un trabajo continuo, ninguna organización es viable si los objetivos se escriben en piedra y se dejan así por años, o en nuestros tiempos, por meses.

La evolución es constante en el entorno y debe de serlo también en nuestra organización.

El Covid fue una gran lección al respecto y hubo organizaciones que fueron tomadas por sorpresa, no supieron actuar y desaparecieron. Otras más, decidieron moverse con rapidez y cambiar su objetivo de acuerdo con la realidad y no sólo sobrevivieron, incluso florecieron.

Lamentablemente, durante ese periodo pandémico también hubo organizaciones que no supieron actuar, que pasaron días muy difíciles en esa primera etapa del Covid pero por su resiliencia, lograron sobrevivir.

Hay otro segmento de organizaciones que se encontraron con una sorpresa en la pandemia, encontraron un nicho que se volvió fuente principal de ingresos y por su ignorancia o ceguera de taller, pensaron que así sería por siempre, «llamarada de petate» sería el término más mexicano.

Lo cierto es que la pandemia nos cuestionó a todos y nos hizo ver la necesidad de diversificar, de definir estrategias, de estar dispuestos al cambio y la evolución.

Encontrar el camino para esa estrategia de evolución, requiere sumar esfuerzos y recurrir a especialistas externos que nos ayuden a quitar la «ceguera de taller».

Tegno casi 30 años en la industria de Tecnologías de Información, haber apoyado a través de FUMEC y TechBA a cientos de empresas del sector tecnológico y algunas de otros sectores diversos. Proyectos con el Banco Mundial, la Unión Europea, Industry Canada, Amiti, Canieti, Lania, Infotec y desde luego los programas de la Secretaría de Economía como Prosoft, Inadem, Programa de Emrpesas Gacela, y Fondo Pyme.

Quiero ofrecerte esos años de experiencia para el beneficio de tu organización, platiquemos en la forma en que todo ese conocimiento y experiencia en negocios, tecnología, estrategia y atracción y desarrollo de talento puede ayudarte.

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¿Qué hago con mi presente, a dónde va mi futuro?

Si ertás pensando en hacer un cambio de carrera, dudas si conviene aceptar esa oferta laboral, no sabes cuál es el siguiente paso en tu futuro profesional, me gustaría ayudarte a encontrar la respuesta.
¡Platiquemos!

Estas preguntas rondan en la mente de muchos de nosotros ahora o casi seguro en algún

momento de los pasados 3 años, el inicio del confinamiento por la pandemia de Covid-19.

En particular, debido a la pandemia, el tiempo en soledad durante el semáforo rojo, fue tiempo de reflexión, de cuestionamiento, aunque no quisiéramos. Primero fueron unas fabulosas vacaciones, la novedad, el tiempo libre, el home office. Para muchos fueron días difíciles por tener que cerrar negocios o perder el empleo, para otros por enfrentarse a una vida que no los hacía feliz; no fueron pocos los divorcios que se dieron en ese momento.

Pero pasó el tiempo, las restricciones fueron quedando atrás y regresamos de a poco a la vida, a la de antes o a una nueva. Muchos perdieron su empleo y tuvieron que encontrar otro o generar una nueva fuente de ingresos, otros muchos, no tuvieron esa crisis, pero sí regresaron a un entorno laboral distinto, tuvieron que volver a lo de antes cuando ya habían probado otro estilo de vida que, para la mayoría fue mejor.

Entonces, empezaron las dudas ¿qué hago con mi presente, es aquí donde quiero estar, trabajar, es esto lo que quiero hacer? Y también ¿hacia dónde voy, ¿qué me espera en 10, 20 o 30 años, así quiero vivir, continuar? ¿Acaso será oportuno un cambio?

Hacer un cambio en nuestro desarrollo profesional da miedo, sobre todo si es un cambio radical. Sin embargo, puede ser el camino a una vida plena y no sólo en la parte profesional, ya que todo impacta en nuestra vida, en nuestra familia y entorno. Una persona plena profesionalmente, podrá tener una mejor interacción con su entorno, en resumen, será más feliz.

En mi caso, desde antes de la pandemia, inicié un proceso de crecimiento y desarrollo personal, me puse a estudiar y a leer y leí mucho, estudié mucho sobre desarrollo humano, autoconocimiento, psicología, análisis. Esto con el objetivo de ser un mejor profesional desde donde me encontraba en aquel momento, ser un mejor colega, un mejor líder y miembro de equipos y también, por qué no, empleado.

Este estudio y aprendizaje me llevó a encontrar una vocación y pasión medio escondida, estaba ahí, la había practicado de manera informal, pero gracias a esto empezó a tener la estructura necesaria.

Así que hoy quiero invitarte a que trabajemos juntos, para que alcances tus objetivos profesionales y que sin duda impactarán en tu vida diaria. Contáctame y juntos podremos encontrar nuevos caminos que te llevarán a encontrar pasiones, vocaciones e impacto en tu vida y en el mundo actual.

Quiero ayudarte a encontrar el balance y el motor que te llevará al siguiente nivel.

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IA y el ¿Futuro? del empleo

¿Qué futuro nos espera, el de Matrix? el de Wall-e? o construimos uno mejor

Allá por los años 90 cuando me involucré en el negocio de las tecnologías de información y la innovación, ya algunos hablaban de que la tecnología desplazaría a los humanos, sí, antes de ChatGPT, cuando los IVR medio funci onaban y uno interactuaba con humanos en los estacionamientos. Y no sólo interactuábamos para pagar, un ser humano nos daba el boleto a la entrada.

En aquellos tiempos, yo estaba convencido que la tecnología llegaría a cada rincón de nuestras vidas, por eso me motivaba trabajar en un área en desarrollo. El internet empezaba a ser conocido fuera de los ambientes académicos y técnicos, la gente no sabía para qué servía o qué era, pero ya sabía que existía y habíamos algunos locos diciendo que era el futuro, los famosos dot com, el comercio electrónico, la mensajería y colaboración… el famoso «information worker».

También en aquellos días, me encontré con un libro que reseñé para un portal «La Trampa de la Globalización» (1996) de Hans-Peter Martin y Harland Schumann ( https://latam.casadellibro.com/libro-la-trampa-de-la-globalizacion/9788430602742/600011). El libro, un tanto pesimista sobre el futuro de la humanidad globalizada y tecnificada no me dejó contento, yo creía en un futuro tecnológico genial, donde el señor del estacionamiento pasaría de entregar boletos a estar frente a una computadora programando y/o dando soporte a los sistemas de estacionamiento. No se burlen, era joven.

El libro comenta que, en el futuro, solo el 20% de los humanos serían necesarios para mover la economía, mientras que el 80% sería víctima del «tittytainment» (entetanimiento vi una traducción) y que vivirían de alguna especie de ingreso universal (¿Becas del bienestar?) y que viviría frustrado en un «pan y circo» eterno.

Casi 30 años después, nos enfrentamos a una realidad muy diferente a la que vivíamos. En aquellos días, no había conexión constante a internet, no teníamos dispositivos móviles llenos de apps que nos «facilitaban» la vida, la productividad de un ser humano era inferior a lo que es ahora; no porque los humanos de ahora seamos mejores, solo porque las herramientas disponibles aceleran la productividad… y probablemente también el agotamiento.

Hoy tenemos a una empresa como IBM hablando de que pausará la contratación de seres humanos y planea reemplazar más de 7 mil empleos con inteligencia artificial tomando como base el área de Recursos Humanos. (https://www.investing.com/news/stock-market-news/ibm-to-pause-hiring-plans-to-replace-7800-jobs-with-ai–bloomberg-news-3069543?fbclid=IwAR0Up42qkhrcqj7LFQ2sAVBCS5_Zbt_l-txL36Aqs7JvqMOk0X1KfO0Bu5A)

Aquí caben dos preguntas para ustedes, queridos lectores:

1.- ¿Será conveniente desplazar seres humanos con inteligencia artificial?

Seguramente, si están en México, habrán visto adultos mayores empacando las compras en los supermercados. Será ese el mejor uso del talento y la experiencia mientras que en IBM cuando un empleado se sienta insatisfecho en cuanto a su relación con la empresa, tendrá que interactuar con un chatbot. ¿Realmente necesitamos tecnología en todos los aspectos de nuestras vidas?

2.- Si la respuesta a la primera pregunta es sí y si a usar tecnología en todos los aspectos de nuestras vidas, pregunto: ¿Qué haremos con el 80% de la humanidad desocupada?

Creo que la tecnología y la innovación deben ser habilitadores del bienestar de la sociedad, preservar la especie humana, darle más oportunidades y herramientas.

Es urgente e indispensable enfocar el desarrollo de la tecnología y al día de hoy, de la inteligencia artificial para estas cuestiones. Un caso práctico que me gusta mucho, es la capacidad de usar tecnología de IA para detectar con mayor rapidez cáncer de mama, por ejemplo.

Hay un sinfin escenarios donde se puede usar tecnología para el bienestar, para el crecimiento y desarrollo de la especie humana, es importante que, desde la academia, los think tanks y la industria en lo general, enfoquemos todas las energías para este fin.

El afilador analfabeta que me dio una lección de vida

Esta no es una historia cursi, de esas que circulan en redes. Esto me pasó hace ya algunos años en la ciudad de Puebla.

Hace tiempo, en épocas de Felipe Calderón, la Secretaría de Economía hizo una convocatoria nacional de empresas. Por una parte, se presentaban programas de la SE y por otra, empresarios de todo tipo y tamaño, tenían la oportunidad de ser entrevistados por el equipo de consultores para recomendarles el apoyo correspondiente.

Tuve la suerte de formar parte del equipo de consultores que presentábamos programas y al término de las presentaciones, entrevistábamos y aconsejábamos (cuando se podía) a los empresarios. Era un trabajo enriquecedor y desgastante, días muy largos. Podíamos llegar al evento a las 8 de la mañana y salir a las 10 de la noche habiendo entrevistado a 40 o 50 empresas en un solo día.

Recorrimos toda la república con la iniciativa, hubo varios momentos inolvidables. Uno de ellos fue en Puebla, donde tuvimos uno de los eventos más llenos de toda la gira y por tanto, muchísimas entrevistas.

Ya después de muchas y bastante cansado, llegó un señor, humilde, de pueblo, con sus años, más de 70 seguro. Siempre la pregunta era «A qué se dedica su negocio». El señor me empezó a contar su historia. No recuerdo el nombre del señor, pero sí la marca que dejó en mi vida, para siempre.

El señor era afilador de cuchillos, en bicicleta, de esos que van con su silbato, cada vez se escuchan menos, pero los de mi edad o mayores, los recordarán bien.

Pues el señor era un buen afilador, fue consiguiendo clientes y con los años, logró poner un pequeño taller donde afilaba y daba mantenimiento a rebanadoras de jamón, incluidas las de los supermercados de la ciudad. El negocio iba bien, el señor era trabajador y con visión, así que contrató a un «licenciado», alguien con estudios que supiera cómo manejar un negocio, porque el señor no sabía.

Pero me contaba su historia de éxito, cómo había llegado lejos, con trabajo duro, aprendiendo de esas máquinas, tratando de mejorar siempre, preocupado por la calidad del servicio. Me decía que, precisamente, su calidad y atención a sus clientes, es lo que lo había llevado a ser el mejor de Puebla y por eso tenía tanto negocio.

El señor, de hecho, no sabía leer ni escribir. Sabía trabajar, sabía afilar cuchillos, aprendió a reparar máquinas y mantenerlas en excelente estado y por eso es que contrató al «licenciado». Pues bien, el «licenciado» no era una buena persona y lo engañó, poco a poco le fue robando los clientes ya que puso un taller competencia del señor, hasta que el señor se vio obligado a cerrar.

Pues el afilador no se detuvo, en ningún momento se sientió derrotado. El señor tenía una familia que mantener y volvió a empezar, tomó su bicicleta y salió a afilar cuchillos en las calles de Puebla.

Ahí es cuando yo lo conocí, el señor buscaba un pequeño préstamo que le permitiera comprar un poco de equipo para poner nuevamente su taller a sus más de 70 años. En todo el tiempo que me contaba su historia, nunca fue de queja, nunca fue de culpables. Fue de salir adelante, fue de intentar una y otra vez porque se puede mientras haya ganas, energía y vida.

El señor, ahí en el evento de la Secretaría de Economía, lloró al contarme su historia y pedir ayuda. Eran lágrimas desesperadas de quien no sabe qué hacer pero tiene todas las ganas de hacerlo. Yo lo envié con quien podría darle el apoyo adecuado.

Hoy, 28 de Abril de 2020, durante una cuarentena provocada por una pandemia global, vale la reflexión por dos razones:

1.- Porque sin duda el afilador me enseñó que nunca hay que darse por vencido y aunque parezca difícil, hay que intentarlo y no dejar pasar la oportunidad ni por viejos ni por no saber del tema. Siempre hay que intentar. Estamos viviendo una pandemia que dejará un planeta distinto y es importante, para mi al menos, recordar la historia del señor, porque tendremos que empezar de nuevo en muchos sentidos.

2.- Que lo que para nosotros parece poco, para otros es mucho. Ese señor no buscaba más de 10 mil pesos para comprar herramienta y poder poner un negocio. 10 mil pesos que no es ni la mitad de un teléfono de gama alta, vamos, ni siquiera con 10 mil pesos compra uno un teléfono de gama media. Sin embargo, se nos olvidan los otros y pensamos que donde estamos nosotros es el piso.

Los invito a pensar en esas dos cosas: 1) Construir y construirnos mejores al término de esta crisis ( y no es dinero) 2) A pensar en el otro, que tiene otras circunstancias, otras necesidades, otra forma de ver la vida y está parado en otro lugar, ser empáticos, porque de lo contrario, no podremos construir.

Ese día, de ese evento yo salí distinto, con una gran lección de vida, de un afilador analfabeta. Hoy, todos saldremos distintos de una pandemia.

 

Hay que pensar distinto, hay que pensar en el otro

Yo quería Texcoco by Norman Foster. Ya me veía en la sala de espera, con mi mochila comprada en Las Vegas, escuchando música en los audífonos que compré en San Francisco, esperando mi vuelo a Nueva York con mi Starbucks en la mano y un cuernito de Maison Kayser.

Yo quería Texcoco porque ese es mi nivel de preocupación, un aeropuerto, o el ver qué teléfono me compro porque volví a romper el mío. Sin embargo, esa no es la realidad de millones, muchos millones de mexicanos. Yo quería Texcoco Porque no me preocupa qué voy a comer mañana o si mi hijo se va a morir por no tener la manera de comprarle una medicina.

En un país con 50 millones de pobres, con más del 80% de la población económicamente activa con sueldos inferiores a los 15 mil pesos, con gente que tiene que trasladarse de Ecatepec a Santa Fe 3 horas en las mañanas y 3 horas de vuelta en la noche para tener un sueldo de 4 o 5 mil pesos. Eso es más real.

La preocupación de millones es tener para comer, para otros tantos, tener para las medicinas. Ya los afortunados se pueden preocupar por que sus hijos tengan cierto nivel de educación.

Y yo mientras, leo a los primeros, un grupo reducido muy reducido de mexicanos privilegiados, comentar estupideces clasistas, racistas y mostrando su total ignorancia.

Piensen en el otro, piensen en la mayoría de los mexicanos. ¿Ustedes creen que a esos que no tienen privilegios les importa si un privilegiado tiene que esperar un avión en un aeropuerto apestoso?

Y cómo creen que suenan ustedes con su clasismo y discriminación defendiendo a los constructores que han robado al gobierno, construyendo carreteras que se hunden, construyendo trenes a Toluca que solo sacan dinero y no terminan, multiplicando por 10 el precio de la obra pública.

Poco entienden ustedes de desarrollo económico si creen que un aeropuerto es lo único que este país requiere para generar turismo y atracción de inversión. Les comento que muchos inversionistas ni siquiera pasan por la CDMX para ir a ver sus proyectos de inversión en Riviera maya, Nuevo Leon, Jalisco o Baja California. Porque qué creen: hay aeropuerto internacional en Cancún, En Tijuana, en Monterrey y en Guadalajara.

¿Pero eso ya lo sabían no? Porque ustedes saben mucho de economía.

Y entonces, en el país votaron unos cuantos por no construir un aeropuerto en Texcoco y saben por qué: porque tienen otras prioridades, como comer, por ejemplo.

En CDMX más personas fueron a la Fórmula 1 que a votar. Lo cual hace pensar que su preocupación, era una selfie, ni siquiera un aeropuerto.

 

 

CPMX8 o Campus Party 8 en Guadalajara

Pues después de años de coquetear, finalmente participé en campus party el mes pasado.

Tuve la oportunidad de hablar sobre los retos en la era digital, una plática parecida a la que impartí el año pasado en Monterrey para CANIETI y Conalep.

Esta vez, a nombre de Cognizant, es la segunda o tercera vez que tengo chance de dar una charla a nombre de Cognizant pero la primera vez que hay video.

Retos en la era digital

El pasado 23 de septiembre, tuve la oportunidad de participar en Integra Digital. Evento realizado en conjunto por Conalep Nuevo León y CANIETI Noreste. Fue una gran experiencia con una audiencia súper atenta.

El tema en específico fue «Los retos de la era digital en la escuela, el trabajo y la familia» sin embargo, como podrán ver en el video, lo integré como uno solo porque 1) Los retos son los mismos y 2) en estos tiempos nada está aislado, en particular en la vida en línea.

Bueno, muy agradecido con Imelda González, Directora de Canieti Noreste por la invitación y la oportunidad de esta charla.. también moderé un panel sobre equidad de género, pero como dicen, esa es otra historia.

Aquí el video de mi participación.

Negocios virales con el IMPI

En 2013, cuando trabajaba en Microsoft como Business Evangelist, me invitó el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial a hablar sobre la viralidad en los negocios dentro de su evento Expo Ingenio.

Aquí un pequeño video de algunas cosas que comenté sobre el tema y que hoy amablemente Facebook me recordó.

La innovación como generador de oportunidades de negocio

20161006_204351754_iosEn la Semana Nacional del Emprendedor 2016, tuve la oportunidad de hablar mucho con los jóvenes asistentes. Digo, no todos tan jóvenes, pero sí en su mayoría y en verdad lo disfruté.

Me gusta el reto de hablarle a una audiencia que está integrada por gente que igual conoce la trayectoria de Elon Musk así como aquellos que nunca siquiera habían usado Uber.

Aquí pues, una de mis pláticas, no sé si la mejor.

 

 

Conferencia de empredimiento e innovación


Aldea Digital 2016 – Aquí encontrarás el video de mi participación

A nombre de la AMITI, participé en la edición 2016 de Aldea Digital hablando sobre Innovación y Emprendimiento en TI

Sin embargo, al estar en el escenario me di cuenta que la audiencia no necesariamente estaba en el tema del Big Data o el Internet de las cosas así que al vuelo fue cambiando.

Además, me tocó participar después de El Deforma asi que el reto fue bueno